Desde Manali embarco en un autobús de súper luxe (véase la foto) con la bici en el techo y uno mismo bien acomodado, con ventiladores y aire más o menos acondicionado.
En principio el viaje son diez horas por carreteras de montaña con parada a comer y llegada a las siete a Chandigarh. No será así, una avería en el superluxe hace que lleguemos a las once de la noche y no a la estación terminus, cerca de donde había reservado un hotel, sino a una situada en el otro extremo de la ciudad. Como Chandigarh es tan fácil de recorrer en bici y hay ciclistas y triciclos a esas horas sin luces, me voy en la bici a ritmo preguntando a los que hay por las calles. En media hora estoy en el hotel y cae una manta de agua al poco. En fin, aquí estaré hasta el viernes en que salgo volando a Kerala y la siguiente semana a Madrid.
Obsérvese lo mal que han envejecido algunos edificios de le corbusier.
En principio el viaje son diez horas por carreteras de montaña con parada a comer y llegada a las siete a Chandigarh. No será así, una avería en el superluxe hace que lleguemos a las once de la noche y no a la estación terminus, cerca de donde había reservado un hotel, sino a una situada en el otro extremo de la ciudad. Como Chandigarh es tan fácil de recorrer en bici y hay ciclistas y triciclos a esas horas sin luces, me voy en la bici a ritmo preguntando a los que hay por las calles. En media hora estoy en el hotel y cae una manta de agua al poco. En fin, aquí estaré hasta el viernes en que salgo volando a Kerala y la siguiente semana a Madrid.
Obsérvese lo mal que han envejecido algunos edificios de le corbusier.
No hay comentarios:
Publicar un comentario